Te la tiré? La agarraste?

Es como si ya se sintieran parte de él…la gran agitada de este pobre polvo de cereal con fluidos espesos amarillos y transparentes y tal vez un poco de esa sana bebida, son el inicio de una gran obra de arte de Dominga. Ella y él esperan el momento justo, él tendrá que esperar más que ella. Cumplen roles que se complementan a los demás, la textura de ella le dará algo de suavidad. En cambio él, tiene un color que lo identifica, su sabor también es una virtud de la naturaleza, su acto se cumple casi al final de terminada la obra, justo antes de darle esa forma tan particular que le da Dominga, que hace que sean tan parecidos a las estrellas, como un sol de pocos rayos puntudos. Ahora le toca el turno a ese tóxico, que necesita de la ayuda del aire para no ser tan tóxico, y dar esa energía que convertirá esta obra en pequeños crujientes. No hay quien no desprenda de sí un gran elogio hacia Dominga.

membrillo.